Los lácteos, aquellos alimentos que pertenecen al grupo de las proteínas, representan un alimento muy importante para la mayoría de la población mundial, con mayor énfasis en gestantes, infantes, niños y adultos mayores.
La leche como tal, se ha convertido en un alimento muy versátil ya que se consume como bebida, productos lácteos o como ingrediente de diversos productos alimenticios. En general, la intolerancia a la lactosa es la mayor limitante en el consumo de estos productos en la población.
¿Qué es la Lactosa?
La lactosa es un carbohidrato que está presente en la leche, en otras palabras, es el azúcar predominante de la leche.
¿Cuál es la causa de la intolerancia a la lactosa?
La causa de la intolerancia a la lactosa es la incapacidad del intestino para digerirla y transformarla en sus constituyentes (glucosa y galactosa). Esta incapacidad resulta de la escasez de una enzima (proteína) denominada “lactasa” la cual se produce en el intestino delgado.
¿Cuál es la causa del déficit de lactasa en el organismo?
Existen muchas causas por las cuales presentamos déficit de lactasa, sin embargo, la más frecuente es la intolerancia primaria a la lactosa. La actividad de la lactasa es alta y vital durante la infancia, pero en la mayoría de los mamíferos incluyendo los humanos, disminuye de forma fisiológica a partir del destete. Por eso, la intolerancia primaria a la lactosa se manifiesta en la mayoría de los casos en la pubertad o en la adolescencia tardía.
La intolerancia secundaria a la lactosa es causada por cualquier daño de la mucosa intestinal o reducción de la superficie de absorción. Este tipo de intolerancia suele ser transitoria y depende de la enfermedad de base que tenga el paciente: enfermedad celiaca, enfermedad de Crohn, colitis ulcerosa, parásitos intestinales y gastroenteritis, entre otras.
Por último, existe un raro trastorno de origen genético, que es el déficit congénito de lactasa, en el cual el intestino delgado no produce dicha enzima y se pone de manifiesto en la primera semana de vida.
¿Cuáles son los síntomas que se presentan durante la intolerancia a la lactosa?
Se debe sospechar este cuadro cuando tras la ingestión de leche se presentan síntomas tales como dolor abdominal, distensión abdominal,
gases y diarrea. Es un problema que afecta a una extensa población a nivel mundial, pero no es una amenaza seria para la salud. La gente que tiene problemas para digerir la lactosa aprende, probando, qué productos lácteos y en qué cantidad puede tomarlos sin presentar molestias y cuáles deben evitar.
Muchos podrán disfrutar de los productos lácteos en pequeñas cantidades o junto con otros tipos de alimento. La gravedad de síntomas varía dependiendo de la cantidad de lactosa ingerida y de la tolerancia individual, hay pacientes que con cantidades pequeñas de lactosa (de 5 a
12 gramos, contenidos en 100 a 250 cc de leche) pueden presentar síntomas.
¿Cuál es el tratamiento?
El 70-80% de los pacientes responde a una dieta sin lactosa. El resto mantiene síntomas quizás porque además padece un síndrome de intestino irritable. Hay que tener cuidado con los medicamentos (20%) en los que el excipiente contiene lactosa. Así como con ciertos alimentos preparados que la pueden tener en su composición (algunos embutidos, por ejemplo).
La ingesta menor de 240 cc de leche al día suele tolerarse bien. En el mercado existen leches bajas en lactosa. No es recomendable reemplazar la leche de vaca por leche obtenida de semillas tales como almendras o soya ya que su contenido de calcio es mucho menor, por el contrario, podría ser mejor reemplazado por consumo de quesos bajo en grasa o yogurts con mayor contenido proteico como el griego.